No recuerdo cómo empezó, pero sí que fue una noche calurosa. Dormía sobre un lecho marino. Pequeñas criaturas de colores curioseaban a mi alrededor.
Los días pasaban y cada vez más criaturas se acercaban a mí. Una mañana, al despertar, se instalaron en mi vida real. Me acompañaban a todos los lados. Una semana más tarde, las criaturas marinas ocupaban todo, casi no me permitían mover.
Una periodista radiofónica se interesó por mi caso. Me llamó para concertar una entrevista en profundidad la semana siguiente. Nunca acudí a esa entrevista. Con la poca movilidad que aún tenía, me desvestí y me zambullí con las criaturas, hasta llegar a su lugar de origen.
3 comentarios:
Una mezcla interesante entre fantasía y surrealismo (eso unido a las imágnes) consigue un entorno de lo más evocador :)
Las imágenes son una pasada, en serio, me ha gustado un montón!
Gracias Sarita, me alegro de que te gusten.
Deprisa, gracias por tus comentarios y mucho exito con tu blog (parece que vas muy bien).
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