20090615

Más aquí que allí


He permanecido un mes fuera de casa, casi incomunicado, y veo ahora muchas cosas que no pude hacer por estar ausente, metido en mi trajín de supervivencia. Hasta Mario Benedetti se nos fue hace un mes y me enteré ayer.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aprovecho esta ventana al mundo que nos ofreces para recordar un poema de Mario Benedetti "Hagamos un trato". Siempre le busqué en la Feria del libro de Madrid y en el Jardín Botánico. Espero que os guste,

Berta

Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.

Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

fernusan@hotmail.com dijo...

Cuantos momentos nos regaló este hombre, compañera.

Benedetti sabía de exilios internos y externos, y pese a todo, supo expresar como nadie un río de sentimientos íntimos y positivos que nos llevaron a todos durante tantos años.

Recuerdo, antes de que regresara definitivamente a Montevideo para cerrar su desexilio (entonces vivía entre Montevideo y Madrid), que tuve la suerte de hablar con él, una entrevista sobre su último libro, Andamios.

"¿Qué le lleva a regresar definitivamente a su país después de vagar tantos años?", le pregunté. Me respondió algo así: España y tantos otros países amigos, como Argentina y Cuba, me han tratado siempre bien, la vida me ha tratado bien. Mi exilio es sólo una anécdota si se mide con todo lo vivido. Sólo quiero que al regresar a mi ciudad, pueda reconocer la mesa del café donde me sentaba, el tranvía que agarraba con mi mujer, la calle que pisábamos, y volver a verla como parte del yo que una vez fue feliz allá".

Toda una lección.

Anónimo dijo...

Algo me dice que no has recordado esas palabras por casualidad.
Bienvenido, algunos hemos estado pendientes de ti aunque tú no lo hayas sabido.
Belén

fernusan@hotmail.com dijo...

Me consta, mami, gracias por estar ahí.

Y sobre todo, lo que más importa ahora: FELICIDADES!, te costó un año tomar la decisión o necesitaste un año para reponerte de la propuesta??, jeje, broma, me alegro mucho, sois unos románticos.

A ver si nos vemos y lo celebramos!!